Hace ya algunos meses observé, o mejor dicho, caí en la cuenta de la clasificación que le podía dar a un determinado grupo de personas en las cuales no me había parado a pensar.
Este grupo de personas son las “que no se quieren curar o sanar”.
Para explicar esto debemos de tener una cosa muy clara: en la mayoría de las terapias alternativas es el cuerpo el que se cura a si mismo mediante la ayuda externa de un terapeuta. Y es que el cuerpo es tan casi perfecto que tiene los remedios precisos para cada tipo de enfermedad que sufrimos pero que por desgracia hemos “olvidado” su uso. En ese momento entra la figura del masajista, reflexólogo, acupuntor, etc. Hay que tener claro que estos personajes tan sólo te ayudan a que todo esté en su perfecto estado para que te auto sanes, pero claro está, el sujeto principal eres tú.
Una vez aclarado esto, sigo con esa clasificación que comentaba al principio, “los que no se quieren curar”.
Y es que hay gente que ha aprendido a vivir enfermos y no hace nada para remediarlo. Si no es dolor de cabeza, es dolor de pie, si no es una muela es la muñeca y ya puede ser tratado por el mejor especialista en su materia que nunca se van a curar ya que son ellos los que fallan.
Ante esto, lo único que me queda decir es que todos tenemos el derecho de vivir en la salud, y para ello hay que tener una mente alegre, abierta y dispuesta a superar las incidencias del día a día.
Un saludo
Centro Parasanitario de Osteopatía, Masaje, Reiki y Técnicas de Sonido
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