Bueno, hola de nuevo a tod@s,
Perdonar por llevar tanto tiempo sin escribir pero en ocasiones me cuesta sacar el tiempo suficiente para escribir algo con sentido.
Bien, como lo prometido es deuda, en este artículo vamos a hablar y a aclarar qué es el “síndrome del hombro congelado”. En realidad he decidido hablar de esto porque una vez más se ha dado el caso en un familiar muy cercano – ya sabéis que este es el principal punto de referencia de este blog , tratar estos temas que nos rodean día a día desde un punto de vista más entendible.
El síndrome del hombro congelado o “capsulitis adhesiva” provoca un fuerte dolor en el hombro el cual nos impide subir la mano a una altura más elevada de nuestra cabeza, con lo cual nos impide multitud de movimientos de nuestro día a día, como por ejemplo el peinarnos.
Como bien os comento un familiar cercano llevaba algún tiempo sufriendo de fuertes dolores en el hombro derecho por lo que acudió al médico de cabecera. La explicación tras unas radiografías fue un poco confusa, cito textualmente: “eso es que se te sale calcio del músculo”. Comprendo que la intención del especialista es la de resumir de una forma coloquial el problema, pero creo que en este caso confundió más que ayudó.
En realidad es algo así como lo que comenta el médico.
El hombro es una de las articulaciones de nuestro cuerpo que presenta más complejidad debido a su amplia gama de movimientos y por lo tanto suele presentar más problemas. Justamente por el hombro pasan algunos de los músculos que hacen que podamos mover el brazo, por ejemplo el famoso bíceps. Bien, pues justamente uno de los tendones que forman el bíceps pasa entre dos huesos del hombro por lo que este tendón ha de tener una cápsula a modo de protección (imaginarse un cable recubierto por el plástico) dentro de la cual se desliza el tendón. Cuando por algún mal movimiento o un movimiento muy repetitivo la cápsula del tendón se inflama pude rozar con los huesos y se puede formar una herida. Lógicamente en la cicatrización de la herida participan micro partículas de calcio por lo que se puede dar el caso de una acumulación excesiva formándose un típico callo en el tendón. Si este callo roza con los ya nombrados huesos, zasss…. tenemos un dolor tremendamente fuerte que nos impide la movilidad y que de vez en cuando nos provoca una nueva inflamación del tendón por lo que es el pez que se muerde la cola…
Por este motivo no es tan descabellada la explicación de que “se te sale calcio del músculo” pero claro, el calcio no siempre se está saliendo ni es algo tan sencillo como esto.
¿Soluciones al problema?, pues por el momento no hay nada milagroso que consiga eliminar el problema, anti inflamatorios – infiltraciones (muy dolorosas y sin buenos resultados), fisioterapia. Claro está, todo esto a valorar por el médico especialista.
Yo por el momento he obtenido buenos resultados – calmando un poco el dolor – utilizando los famosos puntos gatillo en la escápula – la clásica paletilla de la espalda. (de los que ya hablaremos en otro artículo), pero el dolor siempre vuelve.
Por lo tanto y una vez más, la única solución que nos queda es la prevención y si ya tenemos la mala suerte de padecer este problema, paciencia y nunca, nunca dejar inmóvil el brazo, lo has de utilizar todo lo que sea posible – es un consejo.
Espero que os haya sido de utilidad este artículo ya que como bien comentaba en un artículo anterior mi amigo y excelente fisioterapeuta Apolo “en esta zona del calzado y mármol es un problema muy frecuente”.
Un saludo y abrazos para todos.
Centro Parasanitario de Osteopatía, Masaje, Reiki y Técnicas de Sonido
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